Sor Nohemí Sánchez ¿un ángel o una madre ?
Vengan a mí todos ustedes que están
Cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré
descansar.
Mateos 11:28
Uno se consigue en la vida a
mucha gente buena y desinteresada, que da sin mezquindad, que se da al servicio
de los demás, sin prejuicio, sin medida y que hace de su vida un ministerio al
servicio de los demás. A muchos le
parecen santos, o personas con una inmensa bondad. Claro que lo son , se dan
sin medir a la gente, alguno a los enfermos, otros a los niños , ancianos, y otros
a las personas que se han descarriado, convirtiéndose en adictos de alguna
sustancia que le arruina la vida .
Hoy daremos una breve reseña
sobre una persona, que se ha dedicado a la atención específica de los
habitantes de la calle, con una clara visión de ayudarlos. Protegerlos, pero lo
más importante luchar por su reintegro a la sociedad. Les hablo de SOR NOHEMÍ SÁNCHEZ, esta agradable
religiosa, quien dirige “Pastoral de la calle” del Centro Ambulatorio de la Medalla Milagrosa
se ha convertido en el ángel de los ambulantes de la noche,
de esos que sin posibilidad de pagar o vivir dignamente, deambulan en las calle
de Bogotá o duermen en las aceras de las calles de diferentes zonas de esta cosmopolita
capital de Colombia.
Sor
Noemí Sánchez Castro, religiosa vicentina, nacida de una familia con profundo
sentir cristiano católica, mariana, con fe profunda en lo referente intervención de la
madre de Dios. Fundadora y coordinadora del Centro Ambulatorio Medalla Milagrosa, que lleva
aproximadamente 20 años sirviendo a los
que habitan en la calle.
Sor Noemí Sánchez Castro, como ella misma lo manifestó,
desde los 13 años siento el llamado de dios al servicio y comenzó su camino con las Hija de la caridad esta
trabajador e incansable religiosa nació en la población en una población de Boyacá.
Ella
cree profundamente es su ministerio con esta personas que habitan en la mayor pobreza
, por vocación de servicio y como parte del principio religioso al cual se comprometió
como Hermana de la Caridad , es que se inspira para proponer la fundación de
este centro que acoge a habitantes de calle que tienen problemas con drogas
psicoactivas y busca formarlos espiritualmente, para generar el fortalecimiento
de la persona, pero sobre todo basada en la enseñanzas dada por Nuestro señor
Jesucristo.
La hermana
Sor Nohemí afirma todas las vece que
puede la importancia de apoyar a estas personas y reconocerlas como seres
humanos. “Son personas muy inteligentes, yo busco que tengan la capacidad de
generar un desarrollo propio integral”
Con
recursos que viene de la buena voluntad de benefactores, y con el apoyo de la
comunidad religiosa vicentina, hoy sale adelante esta obra, la cual tiene
varias actividades en beneficio de los habitantes de Calle
El centro ubicado como ambulatorio en la sede principal
de las hermanas de la Caridad, donde se da atención integral a los ciudadanos
que voluntariamente asisten al centro , donde reciben dos comidas , es decir ,
Desayuno y almuerzo, en dicho centro son atendidos de manera integral, además de
la comida , reciben atención personalizada, en ambiente lleno de armonía y de
amor. Tiene donde bañarse, se le obsequia ropa de muy buena calidad, zapatos, chaquetas,
cobijas. Es decir son atendidos y humanizados, prestándole el apoyo merecido
como seres humanos.
En este
centro también reciben atención médica, deporte orientación, son atendidos por
un grupo multidisciplinario, que les ayuda a la integración a su núcleo
familiar, como a la sociedad como miembros activos y productivos.
Los
martes la Hermana Nohemí con un grupos de voluntarios e integrantes de la Vicentina, novicias y otras religiosas se dedican a servir en la calle a esta
personas que habitan en diferentes sectores, como único techo, el cielo estrellado
y frio de la ciudad de Bogotá, llevándole una mano amiga, y un bocado de comida
y una bebida caliente , para por lo menos esa noche tengan una oración y un
aliciente para sobrevivir en la calle .
El otro
centro de acogida es el de la población de Soacha , donde hay un grupo de
ciudadanos que decidieron de forma voluntaria salir de la calle , de las
drogas, del alcohol y reintegrases a la sociedad rehabilitados.
Ve
Que bueno encontrar un espacio donde podemos compartir las experiencias y gracias que obtenemos con la hermosa labor de la Hermana Sor Nohemí. En el recorrido los martes en la noche, varios laicos caminamos junto con la Hermana; yo llevo muy poco pero puedo decir que la primer noche llegue a mi casa cambiada y tuve la necesidad al siguiente día de expresar ese sentimiento, les cuento:
ResponderEliminarExperimenta una ternura diferente.
Por la gracia de Dios he podido oler el aroma de las flores, por su misma gracia me ha permitido ver amaneceres que transmiten paz, por la gracia de Dios he sentido toda la fuerza de la mano de un bebe apretando mi dedo. Esa es una ternura mezclada con amor.
Pero nunca pensé que podía encontrar ternura al lado de una persona, ¡sí! una persona que lleva días sin bañarse, que duerme en la calle, que su olor es opuesto al de las flores; sentí igualdad cuando toque su mano y entendí que es un ser humano igual que yo.
Qué triste es recordar cuando lo miraba con despreció, que equivocada estaba cuando lo juzgaba, que engañada estaba cuando pensaba que yo nunca podría estar en su lugar. Y sí, vivimos engañados, todos en algún momento estamos en su lugar, apartados de los demás; acaso a nuestras madres no le duele cenar solas en la mesa mientras tu estas en el cuarto comiendo en frente del televisor, acaso no le duele a tu hermano preferir contarle sus tristezas a sus amigos que a ti por qué no lo comprendes, acaso no le duele a tu hijo sumergirse en los vídeo juegos porque son su única compañía todo el día mientras trabajas; a casó a Dios no le duele tu autodestrucción al querer complacer a los demás, alejándote de tu propio amor.
Hoy puede decir que experimente una ternura diferente, una ternura opuesta a lo que todo el mundo cataloga como el significado de ternura. Hoy rece junto a un hombre como yo lleno de dolor, hambre y frío, con muchas angustias en su corazón pero a pesar de todo sonríe y no se rinde ante las duras adversidades de la vida.
Hoy puedo decir que en el reflejo de sus ojos vi a Dios.
Espero que muchos mas podamos a acompañar a la Hermana Sor Nohemí.
Angela Díaz